PRESENTA

18m2 de piel

NOTAS DE UN VIAJERO:
“De repente me ví transportado a un lugar donde mis sentidos iban más allá de lo que podía captar, la imaginación se apoderaba de ellos, a veces, eran su herramienta para dar sentido a esta existencia creada.
Me ví rodeado de cariño.
Me vi perdido en el bosque.
Y, por un momento, me setí muerto, pero con consciencia.
Y después de sentir la lluvia
volví a la vida.”

Un recorrido
a través del Laberinto de Eros,
el que tiene
alma en la piel

“Los vecinos decían que lo que les llegaba primero era su olor a fruta madura y almizcle, después venía la canción, desde dentro, desde algún rincón oscuro que los llenaba a todos de un deseo doloroso. Y que les hacía reunirse en silencio frente a la puerta a esperar. Hasta que uno de ellos sentía los ojos que le miraban a él y sólo a él a través del ventanuco oscuro. Entonces empujaba la puerta. Entraba…”

La propuesta tiene un formato laberíntico, donde se trabaja con y desde la oscuridad. El viaje se comienza desde el exterior donde les envuelve el olor a romero y donde esperan curiosos a la mujer guía…

Acompañados por ella, el viajero espectador comienza a adentrarse por un recorrido sensorial. Encontrará estancias que le ayudarán a despertar su imaginario erótico, con curiosidad y sensualidad.

Ecos de risas, copas brindando, sombras de mujer, teclas de pianos, telas sedosas, tierra, fertilidad, almizcle y piel coinciden en medio del silencio.

Ver en la oscuridad, escuchar la levedad, entrar dentro de uno a través de la piel, son algunos ejemplos del lenguaje con el que se trabaja en el Teatro de los Sentidos.
Los pases serán individuales, habiendo un margen de cinco minutos entre espectador y espectador. La duración completa del “viaje” es de aproximadamente cuarenta minutos.

La propuesta tiene un formato laberíntico, donde se trabaja con y desde la oscuridad. El viaje se comienza desde el exterior donde les envuelve el olor a romero y donde esperan curiosos a la mujer guía…

Acompañados por ella, el viajero espectador comienza a adentrarse por un recorrido sensorial. Encontrará estancias que le ayudarán a despertar su imaginario erótico, con curiosidad y sensualidad.

Ecos de risas, copas brindando, sombras de mujer, teclas de pianos, telas sedosas, tierra, fertilidad, almizcle y piel coinciden en medio del silencio.

Ver en la oscuridad, escuchar la levedad, entrar dentro de uno a través de la piel, son algunos ejemplos del lenguaje con el que se trabaja en el Teatro de los Sentidos.
Los pases serán individuales, habiendo un margen de cinco minutos entre espectador y espectador. La duración completa del “viaje” es de aproximadamente cuarenta minutos.